domingo, 23 de mayo de 2010

hasta el numero 100 se rellena contigo...


¿Quieres algo de mí? ¿Has llamado a mi puerta?

Dije sí al cansancio y dije sí al temor.

Dije sí a la más profunda pérdida de lo habitual y a la charla amable
bajo los pinos iluminados por el farolillo de noche.
Dije sí a los ojos siempre abiertos y a la extrañeza.

Y, ahora que lo sabes, dime
, ¿quieres algo de mí?
¿Has sido tú, en realidad, quien ha llamado a mi puerta?

Gracias por al menos dejarme estar sentada al otro lado de la puerta, y disfrutar del privilegio de oirte respirar.

1 comentario:

  1. Nuevamente me gusta el texto. Raro. Eh?
    Nos debemos una conversación de las nuestras!
    Un besazo!

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